miércoles, 11 de noviembre de 2009

RABO DE TORO CORDOBES.

(La foto es de internet, ya que las mias eran muy malas)


Este plato exquisito, lo probé hace poco tiempo en Córdoba pues en esa preciosa ciudad, es el plato típico entre otros de igual exquisitez. Estuve allí varios días, y desde la primera vez que me senté a una mesa y me lo ofrecieron junto con el salmorejo , os diré que durante todos los días de mi estancia, la comida del medio día, siempre fue la misma: Rabo de toro y Salmorejo; acabe hasta las orejas pero que bueno estaba todo.
Me dijeron varias formas de prepararlo y me quede con una de ellas que es la que utilizo y queda muy bueno. Aunque hay que tenerlo en adobo al menos 24 horas
INGREDIENTES
Rabo de toro (según comensales se calcula sobre dos o tres trozos por cada uno)
Patatas cortadas para freír (tipo puente de piedra)
Zanahorias
Cebollas
Ajos secos
Pimiento verde y rojo
Pimienta en grano en abundancia
Tomillo y romero en rama o de bote
Sal
Puerros
Dos o tres tomates maduros
Vino tinto suficiente para cubrir bien el adobo y formar parte de el.
ELABORACION
En una olla grande, se coloca la carne troceada y todos los ingredientes citados troceados salvo las patatas que se freirán como guarnición.
Se cubre todo con el vino tinto, se cierra la olla y se guarda al frio por al menos 24 horas para que todos los jugos se entremezclen.
Pasado este tiempo, se saca del vino la carne y resto de ingredientes poniéndolos por separado.
En la misma olla o cazuela limpia, se pone un buen chorro de aceite de oliva del mejor que tengáis y se fríe bien la carne reservándola; en ese mismo aceite, se pochan las verduras y resto de ingredientes y una vez bien hechas, en el mismo recipiente, se trituran con la batidora, pasándolo todo por un chino o tamiz.
Sobre la salsa resultante, se colocan en la olla con orden los trozos de rabo y después se cubre todo bien con el vino utilizado para el adobo, poniéndolo al fuego medio durante el tiempo necesario para que resulte la carne blanda pero sin despegarse del hueso; hay que ir controlando la evaporación para ir añadiendo vino en caso necesario, así como el punto de sal. La olla o cazuela, se moverá periódicamente cogiéndola de las orejas para que no se pegue el fondo.
Una vez tierna la carne, se emplata con dos o tres trozos por comensal, regándolo con la salsa resultante y acompañado de las patatas fritas y una buena ensalada de lechuga fresquita.

BON PROFIT
SALUDOS....................GIL

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